Emily Blunt casi sigue los pasos de Britney Spears como estrella pop, pero una leyenda del cine la salvó

La actriz volvió a demostrar su talento musical junto a Ryan Gosling en 'SNL', llevándonos a una pregunta inevitable: ¿por qué no tiene una carrera musical?

Emily Blunt volvió a demostrar su talento musical junto a Ryan Gosling en 'Saturday Night Live'. (Foto de Will Heath/NBC via Getty Images)
Emily Blunt volvió a demostrar su talento musical junto a Ryan Gosling en 'Saturday Night Live'. (Foto de Will Heath/NBC via Getty Images)

Emily Blunt no deja de sorprender a la industria y el público con cada riesgo que toma en su carrera. Probó todo tipo de géneros, ganó premios y una nominación al Oscar por Oppenheimer. Sabe cómo se siente tener al público en el bolsillo mientras arrasa en taquilla y el privilegio de ser una de las actrices mejor pagadas de Hollywood. Su talento como actriz es indiscutible. Sin embargo, cada vez que la escuchamos cantar, resulta inevitable preguntarse por qué no arriesgó con una carrera paralela como cantante. Talento tiene… y de sobra.

Porque además de demostrar el dominio artístico que tiene con su voz en películas del género musical como En el bosque (2015) y El regreso de Mary Poppins (2018), recientemente lo hizo de nuevo en un sketch que protagonizó con Ryan Gosling en Saturday Night Live despidiéndose de Ken y el fenómeno protagonizado por Barbenheimer, cambiando la letra a ‘All too well’ de Taylor Swift. Se trata de una secuencia donde se burlan de la supuesta obsesión del actor por seguir celebrando a su personaje y Barbie, recurriendo al furor de su actuación en los premios Oscar y al fenómeno cinematográfico que se vivió con Oppenheimer para, así, promocionar la nueva comedia que protagonizan juntos, Profesión peligro. La canción gustó tanto que se hizo viral y hasta Swift la aprobó públicamente en redes sociales.

De todos modos, aunque la actuación se centre principalmente en Ryan Gosling y la Ken-manía, así como la batalla cinematográfica de Barbenheimer, la voz y dominio vocal de Emily Blunt nos deja tan hipnotizados que es inevitable preguntarse por qué no tiene una carrera como cantante. Sin embargo, lo que muchos probablemente no sepan es que existe respuesta a esta pregunta. Porque la actriz londinense estuvo a punto de seguir los pasos de Britney Spears como nueva princesa de la música pop a principios del nuevo siglo. Pero una leyenda del cine la salvó antes de que fuera demasiado tarde.

La ‘casi’ carrera musical de Emily Blunt

Nacida en Londres en 1983, Emily Blunt descubrió su pasión por la interpretación a los 12 años cuando una maestra de escuela la animó a participar en obras escolares usando diferentes voces para ganar confianza y trabajar su tartamudeo, según contó a Vulture hace unos años. Sin embargo, su carrera no despegó siendo una niña sino que su debut profesional tuvo lugar tiempo después, a los 18 años en 2001, en una obra de teatro del West End londinense. Siendo tan joven y sin experiencia, no sabía si tenía futuro en la industria y fue en ese mismo momento que un productor musical la escuchó cantar y le ofreció un contrato discográfico que pretendía convertirla en la nueva Britney Spears de la música pop.

“Tenía 18 años”, recordó en una entrevista con The Sydney Morning Herald. “Estaba en esa etapa de mi vida en la que pensaba ‘A quién le importa, sí, tal vez, suena genial’. Todo suena bien aparte de estar en la escuela a los 18 años. Pero luego me aterroricé y renuncié porque sentí que querían que fuera como Britney Spears”, explicó.

Blunt reveló en otras entrevistas que desde el principio dejó claro que no sabía bailar, un requisito prácticamente indispensable cuando pensamos en estrellas de la música pop o en una posible candidata a seguir los pasos de Britney Spears. “Dijeron: 'No te preocupes por eso. Nosotros te enseñaremos'”, explicó en Jimmy Kimmel Live. Y aunque intentó aprender, no dio resultado.

De todos modos, grabó varias canciones para el álbum que iba a lanzarla al estrellato musical -una se llamaba ‘Ring me up’- aunque la actriz espera que sigan guardadas bajo llave para siempre.

Emily Blunt pudo haber seguido los pasos de Britney Spears abriéndose camino en la industria musical antes de llegar al cine. (Foto de Will Heath/NBC via Getty Images)
Emily Blunt pudo haber seguido los pasos de Britney Spears abriéndose camino en la industria musical antes de llegar al cine. (Foto de Will Heath/NBC via Getty Images)

De esta manera, según contó en otra entrevista concedida a GQ, tomó la decisión de rechazar el contrato a último momento. “La noche antes de que estuviéramos a punto de firmar el acuerdo, sabía que no estaba bien y que no era lo que quería hacer, y de manera muy poco profesional me retiré en el último minuto y los enojé a todos. Sentí que no me tomarían en serio como actriz si estaba en un escenario saltando y rechinando”, dijo.

“Les dije, ‘No puedo bailar y no canto como Britney Spears’. Simplemente sentí que todo estaba pasando demasiado rápido y, en última instancia, no era lo que quería hacer”.

La leyenda del cine que fue clave en su decisión

Como apuntábamos previamente, el debut profesional de Emily Blunt tuvo lugar al mismo tiempo que le ofrecieron el contrato discográfico. Tenía 18 años y dos opciones por delante: seguir probando suerte en el mundo de la interpretación sin saber si tendría futuro, o aceptar un acuerdo discográfico para lanzar una carrera musical a gran escala en la misma época de furor juvenil y la música pop. Con Britney Spears, Christina Aguilera, Backstreet Boys y *N Sync liderando el mercado entre canciones pegadizas, baladas y coreografías coloridas.

Emily era joven y dudaba. No sentía que su destino estaba en el mundo de la música pero era una oportunidad única. Pero entonces en ese momento apareció Judi Dench, quien interpretaba a su abuela en la obra The Royal Family en 2001, sirviendo como la voz de la experiencia que despejó todas sus dudas.

“Mi primer trabajo fue con Judi Dench, la dama, lo cual fue increíble y fue maravillosa conmigo”, contó en Jimmy Kimmel Live. “Fui a pedirle consejo porque estaba muy, muy nerviosa por esta carrera que no sabía que era la adecuada para mí. No pensaba que fuera lo correcto”.

Judi Dench fue clara y directa a la hora de ayudar a Emily Blunt a decidir el rumbo de su carrera cuando recién empezaba. (Foto de Gilbert Flores/Variety/Penske Media via Getty Images)
Judi Dench fue clara y directa a la hora de ayudar a Emily Blunt a decidir el rumbo de su carrera cuando recién empezaba. (Foto de Gilbert Flores/Variety/Penske Media via Getty Images)

“Y dijo: 'Oh, no, cariño. No puedes hacer ambas cosas. No puedes actuar y hacer eso'”, reveló Blunt sobre el consejo de Dench. “Ella me convenció de que no lo hiciera”.

En aquel entonces, Judi Dench ya se había consagrado como una de las grandes estrellas del teatro británico, poseía el título honorífico de Dama del imperio británico (otorgado por la reina Isabel en 1988) y había ganado su primer y único Oscar por Elizabeth.

En cierto sentido, la gran leyenda del cine la salvó de arriesgarse por un camino que, tal vez, hubiera sido el equivocado. Y digo que la habría salvado porque recordemos que en 2001 varios artistas jóvenes probaron suerte intentando emular el éxito de Britney Spears, así como infinidad de bandas masculinas que quisieron seguir los pasos de Backstreet Boys. Pero prácticamente ningún cantante o banda pudo repetir el mismo fenómeno global. Si Emily Blunt lo hubiera intentado quizás se habría repetido como un intento de copia más, malgastando su talento musical con un estilo que no era el suyo, bailando coreografías de manera forzada cuando ella misma reconoce que no sabía bailar, creando un panorama que probablemente la hubiera llevado al fracaso o al olvido instantáneo.

De todos modos es comprensible que dudara. Después de todo se trataba de una oportunidad única para iniciar una carrera artística cuando, con 18 años, no tenía ninguna certeza del futuro que tenía por delante. Sin embargo, escuchó a sus instintos y a Judi Dench, tomando la decisión más acertada. Porque poco después de aquel debut teatral comenzó a dar pasos firmes en la industria. Su trabajo en The Royal Family recibió aplausos y le abrió el camino a nuevas oportunidades sobre los escenarios, por ejemplo, interpretando una adaptación de Romeo y Julieta a continuación.

Un proyecto llevó a otro, pasando más tarde al formato televisivo hasta cautivar al mundo entero como la caprichosa pero entrañable asistente de El diablo viste a la moda (2006). Fue en ese momento que las puertas de Hollywood se abrieron de par en par, iniciando su camino como estrella de cine a través de papeles secundarios bajo el protagonista masculino de turno (Benicio del Toro en El hombre lobo, Jack Black en Los viajes de Gulliver, Matt Damon en Los agentes del destino, Ewan McGregor en Un amor imposible, etc.), hasta que se plantó con fuerza haciéndole sombra a Tom Cruise como heroína de acción en Al filo del mañana hace diez años. Entonces todo cambió con oportunidades protagónicas que dieron lugar a la exposición de su talento desde diferentes géneros e historias -En el bosque, La chica del tren, Sicario, Un lugar en silencio, etc.-

Emily Blunt cantará de maravilla pero siempre le queda el género musical para seguir deleitándonos con esta faceta artística. Pudo haber seguido los pasos de Britney Spears pero, sin saber bailar y sin pasión por el género pop, es probable que su vida profesional no hubiera alcanzado las cotas de éxito que disfruta ahora.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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